Año nuevo, vida nueva: Repensar reloaded.
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sábado, 16 de enero de 2010

¿Y si la celebración del bicentenario de la independencia de México se centrara en cumplir una agenda sobre protección de derechos fundamentales?


Martha Revuelta. Una apoteosis excesiva: ediciones de libros, agendas, arreglo de plazas, parques, exposiciones, monumentos, monedas, medallas, revistas, calles, relojes, torres, billetes, avenidas, documentales y cientos de cosas más se han preparado para los festejos del bicentenario.
En todos los estados de la República, e incluso en algunas comunidades de mexicanos en el extranjero, han preparado un festejo importante para el próximo 16 de septiembre y 20 de noviembre de 2010.
Se corre el rumor, incluso, que el Gobierno Federal, para cerrar y celebrar esta ocasión, querían contratar a la empresa australiana Spectack Productions para celebrar al estilo de unos Juegos Olímpicos.
Todos los mexicanos deberíamos reflexionar si en verdad queremos que se gaste ése dinero -nuestro dinero- en una celebración que, en realidad, dista de la realidad, pues México, en la actualidad, ni independiente ni revolucionario.
El presupuesto millonario para ese fin, sería más importante invertirlo en salud pública, educación básica o reforzamiento de programas sociales, pues son ésos sectores los que revelan más el fondo de nuestro país, que una celebración en tiempo de crisis.
En Chile, la cercanía de su bicentenario de independencia, también en 2010, busca sentar un marco en que cada persona que vive en el país se sienta en el goce de todos sus derechos: civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Ello supone, por una parte, que las políticas públicas sean diseñadas y ejecutadas con una perspectiva de Derechos Humanos; y, por la otra, la adopción de políticas públicas específicas para la promoción y protección de estos derechos.
Que trascendente sería que en México también se realizara –y cumpliera- una agenda común de Derechos Humanos, contemplando acciones concretas y efectivas, que marquen un hito en la conmemoración del bicentenario de la independencia, centrado en el reconocimiento de la dignidad y en el mejoramiento de la calidad de vida de todos sus habitantes.
¿O tú qué opinas?

2 comentarios:

  1. Puesto en esos términos, no queda otra posibilidad que coincidir. Tal vez el modo de festejar hable sobre la personalidad del festejante, y en un México "que no es ni independiente ni revolucionario", el show off de un festejo hollywoodense habla de aturdimientos y engaños.

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  2. Respecto al grado de cumplimiento o respeto de los derechos humanos, en la llamada "guerra contra el narco", habría que echarle un vistazo al informe de Human Rights Watch (20/01/2010); y, para no pasar por ingenuos, insensatos o, pero aún, por algo poco menos que cómplices, por oponerse a una estrategia de "take no prisoners" o de disimulado exterminio "que se maten en los penales" (23 muertos en Sinaloa) y de lo inevitable que existan, como en toda guerra, víctimas colaterales, ver el interesante artículo que está aquí mismo de De la Concha y Piña, que polemiza con Villalobos; y, por supuesto, también el artículo de éste, disponible en http://www.nexos.com.mx?P=leerarticulo&Article=72941

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